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El alto coste de una mala contratación

En el mundo de los negocios las malas contrataciones son increíblemente comunes y, por supuesto, las consecuencias son bastante desagradables, tanto para la empresa, como para el empleado. El impacto en las empresas es tanto monetario como no monetario.

  • El coste promedio de una mala contratación podría ascender a unos 15,000 €, teniendo en cuenta el proceso de reclutamiento, entrevistas y selección; capacitación; y salario
  • La estadística nos dice que dos de cada tres trabajadores han aceptado un trabajo en el que en corto espacio de tiempo se dieron cuenta que no encajaba bien. La mitad de estos trabajadores renunciaron a los seis meses, lo que provocó que la empresa comenzara de nuevo otro proceso de selección para cubrir el puesto de nuevo.
  • Hay un porcentaje muy alto de los departamentos de recursos humanos, concretamente del área de selección, que admiten equivocaciones en la selección del personal y que eso les cuestan bastante dinero.

Pero ¿qué es una mala contratación?

¿De quién estamos hablando exactamente cuando hacemos referencia a malas contrataciones?

Las cualidades comunes asociadas a malas contrataciones incluyen personas que:

  • Se adjudican más habilidades o conocimientos durante las fases de contratación y entrevista de las que realmente tienen.
  • No cumplen con los estándares mínimos de desempeño y calidad del trabajo.
  • Son aquellas personas que, antes de saber exactamente a qué se refiere su puesto y cuáles serían sus competencias, preguntan por su sueldo y otros beneficios. Claramente están pensando solamente en sí mismos y probablemente la implicación futura con la empresa sea menor.
  • Falta de compromiso y participación en la empresa
  • Suelen tener una actitud negativa: ya sabemos que la negatividad se puede propagar y crear mal ambiente entre los compañeros y mal disponer contra la compañía.
  • No se ajustan a la cultura de su lugar de trabajo ni luchan por llevarse bien con sus colegas.
  • No tienen la personalidad adecuada para el trabajo específico para el que fueron contratados.
  • No sabe tomar decisiones.

Estas cualidades suelen ser evidentes dentro de un corto período de tiempo después de que un candidato acepta y comienza un trabajo en la empresa.

Contratar a las personas adecuadas es muy importante pero también muy difícil.  Después de todo, el personal es lo que hace a una empresa. Cuando una nueva contratación no funciona, puede ser muy doloroso y costoso para la misma.

Siete causas por el que las malas contrataciones pueden costar mucho

1. Pérdida de Productividad

Los empleados que no tengan las habilidades y los conocimientos necesarios tendrán dificultades para valerse por sí mismos. Esto puede conducir a errores costosos y una finalización lenta del trabajo.

Si bien sus responsables deben capacitar a los nuevos empleados y ayudarlos a adaptarse a su función, llega un punto en el que sus trabajadores deben poder hacer su trabajo sin supervisión continua.

Ya sea por falta de habilidad, mal comportamiento o alguna combinación de todas ellas, reunirse constantemente con los trabajadores para abordar los problemas de rendimiento consume horas que de otro modo podrían dedicarse a administrar el negocio.

2. Tiempo perdido en reclutamiento y capacitación.

El proceso de reclutamiento puede llevar mucho tiempo y ser largo. Incluye estas tareas principales:

  • Escribir una descripción del trabajo
  • Publicar anuncios
  • Contactar con candidatos
  • Revisión de currículums
  • Seguimiento de solicitantes calificados
  • Realización de entrevistas y verificaciones de antecedentes.
  • Presentación y negociación de ofertas.

¿Cuánto tiempo se emplea en esto?

Pues depende del puesto que se esté tratando de cubrir, pero más o menos se estima en al menos unas cuatro a seis semanas desde que comienza el proceso hasta la incorporación del candidato. Si el puesto a cubrir es muy especializado estos tiempos se elevan considerablemente. No olvidemos que después de que un candidato acepte la oferta, es probable que deba avisar a su empresa actual con unas dos semanas de anticipación, con lo cual, más tiempo con el puesto vacante.

Y cuando finalmente llega el momento de que se unan al equipo, no van a estar operativos al 100% lógicamente. Aunque estén altamente capacitados y bien informados, con años de experiencia, es normal que aún necesiten tiempo para conocer los procesos, los proyectos actuales y los clientes de su empresa. Se necesitará al menos algunas semanas capacitando al nuevo empleado.

Si esta nueva contratación no funciona, la consecuencia es una pérdida muy importante de tiempo y por la tanto de dinero.

3. Altos costes asociados con el reclutamiento y la capacitación

El tiempo de inactividad no es la única parte costosa de contratar y capacitar a un nuevo empleado. También se tendrá que desembolsar efectivo cada vez que se anuncien bolsas de trabajo, se administre evaluaciones y se realice verificaciones de antecedentes.

Si además se suma que el empleado no vive en la misma localidad que el puesto de trabajo a cubrir es posible que se necesite costes adicionales como transportes, alojamiento y demás.

Incorporar a un nuevo empleado implica otra serie de costes como nuevos materiales de capacitación o pagar cursos para ello.

4. Daño moral a los empleados y la cultura del lugar de trabajo

Los trabajadores conflictivos o difíciles son un gran obstáculo para sus compañeros. Los choques de personalidad dentro de un equipo pueden generar un ambiente de trabajo estresante y causar distracciones.

Si un empleado no cumple con sus obligaciones, éstas recaen en el resto de compañeros y esto puede crear resentimiento y malestar entre los trabajadores, lo que resulta en un ambiente tóxico.

El alto coste de una mala contratación

5. Clientes insatisfechos

Los clientes de la compañía tienen ciertas expectativas del negocio de la empresa y si un empleado está descontento en su trabajo suele cometer errores y pasar por alto detalles críticos con lo que el servicio al cliente es deficiente. Consecuencia:  Los clientes no se quedarán si la calidad del producto o servicio no es la adecuada.

Y, por lo general, las malas contrataciones solo hacen lo mínimo. No intentan generar nuevos negocios, no aprovechan las oportunidades para fortalecer las relaciones con los clientes o asegurarse de que los clientes estén satisfechos con su servicio.

6. Los empleados como representantes de la empresa

Los empleados son los representantes de su empresa o negocio en el mundo exterior. Son los que pueden alzar o hundir una compañía.

Un empleado que no represente bien a su empresa puede repeler a posibles nuevos clientes, socios, proveedores y otros posibles candidatos para nuevos puestos. Si éstos ven que un empleado se comporta de manera poco profesional o carente de conocimientos críticos seguro que pensarán, “no quiero tener nada que ver con esta empresa si ese tipo de persona trabaja allí”.

7. Costes legales

Dependiendo de su función, las malas contrataciones pueden hacer que su negocio sea vulnerable a acciones legales que pueden costar a la compañía mucho dinero.

Por ejemplo, un empleado que carece de profesionalidad (que se comporta de manera impulsiva o inapropiada con sus colegas y clientes) puede causar problemas a su empresa. Pensemos en demandas por acoso o discriminación por ejemplo.

Los empleados que no comprenden las responsabilidades de su trabajo, o que carecen de conocimientos y experiencia, también pueden cometer errores con alto coste o descuidos que lleven a la empresa a tener problemas importantes.

En definitiva, el coste de una mala contratación es alto y amplio, y abarca impactos tanto monetarios como no monetarios para las empresas.

Para evitar malas contrataciones, primero es importante comprender qué implica esa mala contratación y las consecuencias que puede acarrear para la compañía, con lo que, los procesos de selección son sumamente importantes para el buen funcionamiento de una empresa y hay que “mirar” con mucho cariño las causas por las que las incorporaciones a las compañías podrían ser motivo de fracaso en una contratación para poder evitar estos costes.

El alto coste de una mala contratación

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