Hace poco más de un año que Seresco entró de lleno en el camino hacia la internacionalización y no podemos estar más satisfechos con los resultados. Cuando nos preguntan a qué creemos que se debe el éxito de nuestro proceso de expansión a Portugal la respuesta es clara: tenemos un producto innovador, ofrecemos un excelente servicio y, sin duda, disponemos de un talento humano que se ha convertido en el motor que permite que todas las ruedas giren.
1º Producto innovador
En concreto, nos referimos a nuestro servicio de outsourcing de nómina. Antes de decidirnos a instalar un equipo local en el país de destino para desarrollar esa área de actividad, estudiamos bien el mercado y lo conocíamos perfectamente. En una primera fase, el trabajo se seguía haciendo desde España, tomando la decisión de pasar en el medio plazo a abrir una oficina en el extranjero, en este caso, en Portugal. El haber estudiado tan exhaustivamente en primera persona el funcionamiento de la externalización de nómina y las peculiaridades lusas nos permitió empezar nuestra actividad desde el minuto uno en las mejores condiciones para hacer un trabajo impecable.
La innovación es un pilar estratégico en nuestro negocio con los clientes. Contamos con un equipo propio de l+D que trabaja constantemente para desarrollar tecnologías que optimicen la movilidad y permitan trabajar de forma más intuitiva y eficiente. Nuestra apuesta por la innovación no sólo se limita a una oferta de servicios y de soluciones novedosa, sino también a un trato con el cliente que detecta y se anticipa a sus necesidades.
En concreto, el mercado portugués supone una gran oportunidad ya que prestamos unos servicios novedosos que hoy por hoy no están tan expandidos ni cuentan con tanta oferta como en nuestro país.
Portugal resulta además un excelente trampolín para acceder a los países de influencia lusa (los PALOP).
2º Excelente servicio
Cuando abres una oficina en otro país, lo primero que hay que conocer es la propia idiosincrasia del país y su gente, tanto en ámbitos personales como profesionales. Qué esperan de ti los clientes, las empresas, cómo funciona la competencia, qué ‘está bien’ y ‘qué está mal’ en servicios post venta… Porque todos sabemos que somos culturalmente distintos y hay cosas que aquí se toleran y en otros países no. En nuestro caso, no nos cogió nada ‘por sorpresa’ en este sentido, y eso garantizó una primera impresión a la altura de las expectativas, e, incluso, superándolas.
Por ejemplo, en Portugal, además de aportar el conocimiento del mercado, acompañamos a nuestros clientes en el desarrollo de los proyectos, desde las primeras fases de consultoría, hasta la implantación y el soporte. Nuestro equipo en España, además, trabaja en coordinación dando, si es necesario, el soporte técnico y apoyo tecnológico para la prestación del servicio.
Nosotros entendemos el servicio como la clave del éxito de nuestro negocio y, por eso, nuestros clientes son nuestro mayor activo. Así que trabajamos mano a mano con ellos, acompañándolos en sus necesidades diarias.
3º Talento humano
En nuestro caso, nuestros esfuerzos por reunir un equipo especialmente cualificado para garantizar una implantación óptima y sin sobresaltos, se convirtieron en prioritarios. Hemos conseguido poner al servicio de nuestros clientes en Portugal un impresionante equipo de trabajo local con el que podemos dar respuesta rápida a sus demandas diarias y mejorar nuestra atención adaptándonos a las particularidades del mercado portugués.
Desde Seresco, como hemos hecho hasta ahora en los casi 50 años de trayectoria que tenemos como compañía, apostamos por profesionales que, además de contar con altas competencias, quieran contribuir a la generación de valor de la empresa y se amolden a las nuevas necesidades de nuestros clientes y mercados.
Nosotros lo tenemos claro: el talento es, sin duda, la base de nuestro crecimiento. Por este motivo ponemos en manos de nuestros empleados medidas de conciliación según sus necesidades, beneficios sociales, clara estabilidad y salario emocional, entre otros.
Esta es nuestra experiencia de internacionalización en primera persona y estos son los tres pilares en los que hemos basado nuestro proceso. Y tú, cuéntanos, ¿cuál ha sido la tuya? ¿añadirías algún pilar más?