Primero, ¿qué es la inteligencia emocional? Podríamos definirla como la capacidad de comprender, usar y manejar nuestras emociones de manera positiva para aliviar el estrés, comunicarnos de manera efectiva, empatizar con los demás, superar desafíos y calmar conflictos. El objetivo de la inteligencia emocional no es controlar nuestras emociones, sino saber manejar las situaciones en las que aparecen emociones incontrolables.
Pero, en una empresa, ¿es importante el uso de la misma? Las investigaciones demuestran que el concepto de inteligencia emocional nos ayuda a lo siguiente:
- Proporciona un marco para ayudarnos a comprender mejor y tratar de responder inteligentemente a las respuestas emocionales.
- Las personas con inteligencia emocional están mejor equipadas para manejar problemas relacionados con el estrés y funcionar de manera efectiva en equipos de trabajo.
- La inteligencia emocional también tiene la capacidad de mejorar las habilidades de liderazgo y la resiliencia personal de un individuo.
Con lo que podemos afirmar que la inteligencia emocional es muy válida en entornos laborales.
¿Cuáles serían los elementos de la Inteligencia emocional y cómo podemos fomentarlos? Pues bien, los elementos más significativos serían:
- La autopercepción que se trata de cómo nos vemos a nosotros mismos, y más aún, pensar en eso en términos de autoestima, tener una apreciación realista de nuestras fortalezas y debilidades y sentirnos cómodos con quienes somos.
- La autoconciencia emocional se trata de ser capaz de comprender cómo te sientes en un momento determinado
Por ejemplo, tanto en las palabras que usamos como en la comunicación no verbal, cómo comunicamos las emociones que sentimos, ya sea a través de palabras o acciones…
- La asertividad, ésta tiene que ver con mantenerse firme al mismo tiempo que comunicamos de manera constructiva y respetuosa nuestras ideas, deseos, necesidades y opiniones al resto de su equipo.
- La independencia se trata de ser capaz de valerse por sí mismo y de no ser indebidamente influenciado por cómo se sienten otras personas, incluidas sus emociones, y ser capaz de estar en nuestro propio espacio.
- La responsabilidad social que trata de cómo nos presentamos y cómo apoyamos a nuestro entorno.
- La tolerancia al estrés. Consiste en tener varias herramientas diferentes para resistir el estrés que nos rodea.
- El optimismo. Esto es el ser positivo. Por ejemplo, buscar las cosas que son oportunidades o las cosas que van bien en lugar de centrarse en las cosas que no van tan bien.
- La empatía, que nos dará una mejor comprensión de las personas como piensan y lo que sienten.
¿Cómo podemos aumentar nuestra inteligencia emocional?
- Debemos analizarnos y ver cómo nos desenvolvemos en nuestro entorno laboral, cómo escuchamos, cómo nos ponemos en la piel del compañero. Cómo actuamos ante una situación complicada…
- También debemos pensar en cómo te definirían tus compañeros en términos desarrollo personal, esto presenta una excelente oportunidad para buscar retroalimentación de aquellos en quienes confiamos y cuyas opiniones valoramos.
- Habría que analizar también el impacto de nuestras emociones en diferentes tareas.
El consejo es prestar atención y pedir retroalimentación sobre cómo te encuentras cuando interactúas con los demás. Mira qué está pasando con nuestro lenguaje corporal o nuestras expresiones faciales, cómo mantenemos la postura y qué sucede con el tono de nuestra voz, hay que observar si estamos trasmitiendo seguridad…
Pues bien, con respecto al entorno laboral y si se aplica la inteligencia emocional en él, he de decir que anteriormente las empresas giraban su atención y apuntaban todos los esfuerzos en el cliente, con lo que no se estaba utilizando este tipo de inteligencia. Los directivos no se habían dado cuenta hasta hace poco que lo que era el pilar fundamental de una empresa, es su talento humano. Lo importante entonces son las personas y los líderes que forman parte de la empresa. Por eso el líder, al tener una posición jerárquica elevada, debe desarrollar destrezas para dirigir un equipo de trabajo. Aplicando la inteligencia emocional contribuiremos a mejorar resultados. Así podrá motivar y guiar a sus colaboradores y generar buena energía y el excelente desempeño de las funciones.
Por esto es tan importante aplicar la inteligencia emocional en el entorno laboral y ya se va introduciendo de manera muy notable en las compañías.
Hay muchísimos ejemplos de inteligencia emocional dentro de una empresa pero me llamó la atención el de una directora de una compañía americana que envío felicitaciones a los padres de sus empleados elevando las virtudes de cada uno de ellos y mostrando gratitud de poder trabajar con ese equipo. Obviamente, cuando los empleados se enteraron de esto no podían estar más contentos…y como consecuencia directa aumentó exponencialmente el desempeño de las funciones en el trabajo, el trato con su jefa, y con los compañeros, y simplemente porque ella se puso en el lugar de ellos y pensó que esto podía gustarles. Este es un ejemplo, pero en el día a día podemos utilizar esta inteligencia emocional de mil maneras distintas para obtener mejores resultados como personas y como líderes de una compañía.