Estamos en octubre, en el mes de la Concienciación sobre la Salud Mental. El Día Mundial de la Salud Mental (DMH) se celebró el 10 de octubre y cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y en el ámbito empresarial ¿cómo podemos brindar el apoyo necesario en cuanto a la salud mental se refiere? ¿Qué podemos hacer desde la empresa?
Pues bien, por si alguien dudaba hay una gran cantidad de empleados que están al límite en el trabajo, que intentan hacer notar ese malestar y que necesitan apoyo. La mayoría de nosotros estamos atravesando factores estresantes en la vida junto con las continuas expectativas de cumplir con los plazos, ir más allá de los objetivos de la empresa y ser creativos. Es nuestro día a día. Esto hace que nuestra salud mental se vaya deteriorando.
El hecho es que los problemas de salud mental de las personas no están en la imaginación, es algo que está sucediendo y es muy real.
¿Cómo solucionamos este problema? Lo primero es saber en qué estado de salud mental se encuentran los empleados en la empresa.
A principios de este año un informe de Headadspace Health decía que casi un 90% de los empleados se encontraban con sensación de miedo una vez al mes por lo menos. Esto es muy triste, pensar que nuestros equipos viven con miedo y estrés es preocupante, por tanto, la salud mental de los empleados debe ser una prioridad para los dirigentes de las compañías.
Hay una cosa clara: hay que invertir en la salud mental de nuestros colaboradores.
Es cierto que invertir en el bienestar de los empleados y en el apoyo a la salud mental requiere intención, tiempo y dinero, pero a cambio lo que podemos lograr con esa inversión es:
.- Mayor salud general de los empleados
El vínculo entre la salud mental y la salud física es estrecho. Por ejemplo, si uno de nuestros empleados experimenta depresión, también corre un mayor riesgo de sufrir problemas de salud física duraderos, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Cuando la salud mental sufre, la salud física sufre por igual y se limita la capacidad del empleado para acudir a su puesto de trabajo. Cuando los empleados reciben apoyo, son más capaces en todos los sentidos.
.- Mayor productividad
Las personas son mucho más productivas. Los empleados que experimentan un sentido de pertenencia, propósito, felicidad y logros tienen más probabilidades de desempeñarse a niveles más altos y contribuir a los objetivos de la compañía. Y todo ello pueden experimentarlo si su salud mental está cuidada. Apoyar la salud mental de nuestros equipos significa reconocer sus realidades y brindarles herramientas para que realmente se presenten a trabajar con más energía.
.- Mejor retención de empleados
Los empleados que se sienten apreciados, apoyados y cuidados tienen muchas menos probabilidades de buscar trabajo en otro lugar. Cuando sientes que tus necesidades importan y que estás siendo apoyado, es mucho más fácil sentirte conectado y arraigado dondequiera que estés.
Y si por el contrario las empresas no apoyan a su personal, ¿cuáles son las consecuencias? Se cree que más de la mitad de las compañías, según varios estudios, no están haciendo lo suficiente para apoyar la salud mental de sus empleados.
El no satisfacer las necesidades de salud mental de los empleados es contraproducente para ambos, tanto empleados como empresa y ¿por qué?:
.- Hay menos “productividad” y más estrés
Los empleados tienen muy claro que un apoyo dedicado al bienestar es imprescindible. Cuando una persona está agotada, sola, afligida y estresada no puede desempeñar correctamente su trabajo.
.- Mayor rotación de empleados
Si no te sientes valorado o apoyado en tu trabajo no puedes permanecer mucho tiempo en esa situación con lo que intentas escapar de la misma. Esto produce alta rotación en los puestos de trabajo si no se tiene en cuenta su bienestar mental.
Si bien muchas empresas siguen priorizando las ganancias por encima de las personas, hay empresas con visión de futuro que se esfuerzan por priorizar verdaderamente a las personas y estas serán las empresas que retendrán mejor el talento y triunfarán en el futuro.
Y, ahora bien, ¿cómo puede una empresa invertir en la salud mental de sus empleados? ¿Qué puede hacer?
1.- Crear un espacio psicológicamente seguro. La seguridad psicológica en el trabajo es esencial, pero ¿cómo lo pondríamos en práctica dentro de la empresa? ¿Cuáles serían los pasos a seguir?
Lo primero sería incorporar seguridad psicológica dentro de los valores de la empresa, seguidamente formar gestores en trauma. Se debe invertir en capacitación profesional para ello. También se debería ofrecer a los empleados una forma sencilla de alertar a su equipo cuando se esté causando un daño o noten que uno de sus compañeros está pasando por un momento complicado y mostrar a los empleados su compromiso con la diversidad, la equidad y la inclusión.
2.- Escuchar a su gente y comprender sus necesidades. Atender las necesidades de cada empleado y proporcionar recursos personalizados. Puede parecer una tarea imposible, especialmente para los equipos de personas con recursos limitados, pero escuchar al personal es un excelente punto de partida, ya sea a través de canales formales, por ejemplo, encuestas de participación, o canales informales.
Nunca se sabe qué podría marcar una diferencia significativa y positiva para alguien en su día. Cualquier gesto, como saludos, ayudas desinteresadas, ofrecerse para llevarle un café…, puede ser de gran ayuda.
Mantener un espacio para conversaciones sobre salud mental abre la puerta para el desahogo personal y hace de terapia. ¿Cómo animas a los empleados a compartir? Haz preguntas como, por ejemplo:
- ¿Qué te motiva a venir a trabajar todos los días?
- ¿Cómo es la vida fuera del trabajo?
- ¿Cómo está tu equilibrio entre vida personal y laboral últimamente?
- ¿Qué hiciste este fin de semana?
- ¿Te sientes apoyado en este momento?
- ¿Te sientes seguro aquí?
Es importante seguir escuchando a sus colaboradores y solicitar comentarios incluso después de haber implementado un programa de apoyo a la salud mental para asegurarse de que se está teniendo el impacto deseado en los empleados.
3.- Animar a los empleados a desconectarse, descansar y recargar energías
Sabemos que el descanso es primordial para un buen ejercicio en la vida tanto laboral como privada. No es sostenible para nadie trabajar continuamente sin tiempo real para alejarse y recargar energías. Es necesario para nuestra salud física y mental y el descanso juega un papel importante para que los empleados duren más tiempo.
¿Cómo conseguimos que el equipo desconecte y descanse? Por ejemplo, podemos:
- Implantar vacaciones de empresa donde el descanso sea el único objetivo.
- Ofrecer un bono por una cantidad mínima de horas o días.
- Educar para la desconexión digital fuera de horario laboral
- Recompensar a los empleados con oportunidades para recargar energías.
Estos son solo algunos ejemplos. Independientemente del cómo, el descanso debe ser una prioridad. Por supuesto, no siempre es fácil encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida, o establecer límites que creen más equilibrio.
Pero de lo que sí estamos seguros es que debemos apoyar la salud mental de nuestros colaboradores en la empresa.