El director de organización y relaciones institucionales de Seresco participa en el evento conmemorativo del 25 aniversario de la edición digital de ‘La Nueva España‘, ‘Asturias ante el reto digital’, celebrado el 14 de marzo en el Club de Prensa Asturiana.
Alejandro Blanco fue uno de los integrantes de la ‘Charla-coloquio: Experiencias transformadoras en sectores clave asturianos‘, junto a Nerea González, responsable de tecnología de Caja Rural de Asturias, y Enrique Méndez, especialista en Transformación Digital B2B de Telecable. Se generó un interesante debate en torno a los principales desafíos de la transformación digital en nuestra región.
«En Asturias la relación entre empresa privada y Administración Pública hace mucho tiempo que es envidiable. El nivel de interlocución es perfecto. Lo que necesitamos es seguir construyendo conjuntamente ese ecosistema que sea capaz de poner a la región en el punto donde todos queremos en materia de tecnología e innovación«, afirma Blanco. «A la hora de liderar proyectos de innovación es fundamental la Administración Pública. Y si hablamos de Inteligencia Artificial, traccionar proyectos que lleguen al mercado de aplicación real, si no hay una colaboración público-privada, se van a producir de forma mucho más lenta.»
Con respecto a la aplicación en las empresas asturianas de nuevas tecnologías, como IA, analítica de datos o ciberseguridad, para optimizar procesos, mejorar la eficiencia y fomentar la innovación, Alejandro Blanco exponía que «Vamos razonablemente bien. En algunos ámbitos somos ejemplo de cómo se pueden hacer bien las cosas en una comunidad autónoma periférica, con atrasos en infraestructuras de comunicaciones, como históricamente ha sido Asturias«. Prosigue el director de organización y RRII de Seresco explicando que «Asturias tiene un buen tejido empresarial tecnológico y, en muchos casos, a la vanguardia de lo que se puede ofrecer dentro de España y a nivel internacional. De hecho, nosotros cuando vamos fuera, estamos compitiendo en proyectos de digitalización internacional con grandes ‘monstruos’ de la tecnología a nivel mundial. Tenemos un asistente de innovación que también permite que las empresas acepten a probar tecnología y que llega a madurarla de manera conjunta. Asturias es un gran dinamizador de la tecnología porque lleva mucho tiempo concienciada de que tiene que apostar por la tecnología. La inteligencia artificial ha venido para quedarse, pero no se tiene que utilizar como una moda, pues hay una serie de restricciones en el ámbito legal y en el uso de los datos que nos afectan a todos«.
En cuanto a los retos tecnológicos en sectores tradicionales como agricultura y ganadería, asegura Blanco que «Seresco en estos 55 años de experiencia ha vivido prácticamente todas las transiciones del sector digital y sus altibajos. Nuestra cartera de clientes tiene un recorrido profundo en diferentes sectores, desde industriales hasta tradicionales. Llevamos muchos años desarrollando software para que los ganaderos puedan acceder a las ayudas de la PAC y hemos vivido lo que significa el desarrollo tecnológico de la Administración como interlocutor con los ganaderos y para los ganaderos, para poder interconectar con la Administración Pública.» Prosigue Alejandro contando cómo «En Seresco hemos desarrollado muchos proyectos de innovación en el sector agrícola ganadero: Cultiva, Flexigrobots, BeanBot… Cierto es que los sectores traccionan a la velocidad que la tecnología le permite traccionar. Ese proceso transformador es mucho más rápido cuando tiene una trayectoria mayor dentro de la adaptación de la tecnología e innovación en sus procesos históricamente. El sector tradicional agrícola y ganadero va mucho más despacio porque también lleva mucho más retraso en este sentido. Es un sector que se empieza a incorporar ahora en el ámbito tecnológico».
«No debemos olvidar que el proceso transformador tiene un componente humano muy importante y, especialmente, en el sector primario es muy relevante. Implica una transformación del modelo en el que las personas que aportan riqueza desde el campo puedan vivir y seguir viviendo de esa riqueza en unas condiciones y una calidad de vida mucho mayor de la que venían desarrollando hasta ahora. La tecnología nunca es un fin en sí mismo, sino que es un factor que permite dar soluciones y mejorar condiciones, tanto desde un punto de vista humano, como desde un punto de vista económico«, concluye el director de organización y relaciones internacionales de Seresco.