El 3 de febrero, el Consejo de Ministros de España aprobó un anteproyecto de ley que, entre otras medidas, reconoce el derecho a la desconexión digital.
¿Qué persigue esta medida y qué aporta al entorno de las relaciones laborales?
Desde la perspectiva del empleado, la medida busca salvaguardar su tiempo de descanso, garantizando la ausencia de interrupciones laborales una vez finalizada su jornada. Esto implica que las empresas deben asegurar que los trabajadores no sean contactados ni se les solicite realizar tareas fuera de su horario establecido, protegiendo así su derecho a no estar localizables durante su tiempo de descanso.
El valor para empleados y empresas
En un entorno laboral marcado por la constante conectividad digital, el derecho a la desconexión digital emerge como un activo intangible de gran valor tanto para empleados como para las organizaciones. Más allá de su consideración legal, este derecho constituye una recompensa no económica que tiene un impacto positivo en el bienestar y la productividad de los trabajadores.
Permitir que los empleados disfruten de un descanso efectivo fomenta una mente despejada y una actitud positiva al regresar a sus tareas. De hecho, cada vez más trabajadores valoran medidas como ésta al considerar oportunidades laborales.
Cuando las empresas, además de respetar la desconexión digital, implementan y se esfuerzan en mantener esquemas híbridos de trabajo que permiten a los empleados trabajar desde casa ciertos días de la semana, entre otras medidas, se genera un entorno laboral que potencia el sentido de pertenencia y la motivación. Esta combinación se convierte en una ventaja competitiva frente a beneficios más tradicionales ya que son percibidas como lugares empáticos y centrados en las personas.
En suma, la desconexión digital es una herramienta clave para mejorar el clima laboral, fidelizar al talento y potenciar la productividad. Aquellas empresas que integren este valor intangible en su cultura estarán mejor posicionadas para competir en un mercado que, cada vez más, prioriza la calidad de vida de los empleados, asegurando su éxito y sostenibilidad.
¿Será la desconexión digital un estándar imprescindible para las empresas del futuro? ¿Están las organizaciones realmente preparadas para afrontar este desafío? ¿En qué punto está la tuya….?