Supongo que como gallega que soy, mi respuesta está clara: depende. Hay personas que irían a todas las ferias porque les parece una fantástica oportunidad para el networking y otras que no van a ninguna porque piensan que pueden hacer lo mismo sin moverse de la oficina…
En el ámbito de la gestión de nómina y RRHH en el que nos movemos se celebran bastantes encuentros a lo largo del año para reunir a profesionales de la gestión de talento. Sin duda, la clave va a estar en elegir bien la feria o el evento al que asistiremos o no.
Estudia bien quién organiza, cómo fueron las anteriores ediciones ‘en números’, quienes serán los expositores, si habrá actividades complementarias como conferencias, encuentros B2B… Una vez recopilada la información ya estás en disposición de decidir si puede ser interesante para la consecución de tus objetivos e, incluso, decidir si puede ser más interesante acudir como expositor, con un stand, o asistir simplemente como visitante. Ambos casos pueden ser igualmente válidos, todo depende de los objetivos y de que ‘las cosas’ se hagan bien.
Alguna orientación para ir a la feria:
- Ir a la feria como expositores.
- Invierte en ubicación. Selecciona el lugar adecuado para contratar el stand. Piensa bien cómo está distribuida la feria y escoge lo que más se ajuste a.
- Invierte en el propio stand. No es lo mismo un espacio de 9 metros cuadrados que uno de 24, aunque pueden ser igual de válidos. Solo tiene que encajar con lo que necesitas.
- Invierte en imagen corporativa. Este es un aspecto fundamental porque al final lo que quieres transmitir es presencia de empresa y de producto.
- Invierte en regalo promocional. Este tema ya es más comprometido… ¿realmente tu público objetivo es el que se pasa por el stand a recoger la bolsa y el bolígrafo de turno? Sopesa si te puede interesar o no y decide en consecuencia.
- Ir a la feria como visitantes.
- Reparte tarjetas de visita. Aunque hoy lo más normal es intercambiar el contacto vía redes sociales profesionales como LinkedIn, todavía quedan reminiscencias clásicas de formatos de toda la vida que clientes potenciales pueden seguir prefiriendo.
- Recorre la feria tantas veces como necesites. Piensa que ver gente y hacer contactos es el principal motivo por el que estás allí.
- Anótate a sesiones B2B. Cada vez son más comunes los espacios específicos para hacer networking dentro de las ferias. Suelen ser rinconcitos habilitados con mesas y sillas para estar cómodamente hablando e intercambiando información.
Realmente, las ferias son lo que son: ni tan buenas, ni tan malas. Es un formato heredado de hace mucho tiempo que perfectamente se puede acomodar de manera complementaria a tareas de prospección de mercado del día a día. Bien empleada, una feria no deja de ser un canal de comunicación más para llegar a contactos.
Y tú, ¿eres de los que las ama o las odia?