La típica pregunta que nos hacen nuestros hijos cuando tienen una cierta edad y empiezan a socializarse en los patios de los colegios. Interactúan con sus amigos y salen en las conversaciones sus referencias paternas. Ellas y ellos son sus ídolos, los mejores padres del mundo y motivados los niños por el orgullo que les profesan, se escucha en innumerables ocasiones:
“Pues mi padre arregla coches para que corran mucho…”
“Pues mi madre pilota aviones por todo el mundo…”
“Pues mi padre construye edificios superaltos…”
“Pues el mío llena todas las baldas de los supermercados para que todo el mundo tenga comida…”
“Pues el mío…”
En la actualidad cada vez es más habitual que ante tales preguntas de nuestros retoños no sepamos muy bien cómo abordar la respuesta, pues las tareas que cada vez son más habituales desempeñar no son sencillas de describir y mucho menos para que un niño las entienda. Hasta las actividades más tradicionales en nuestra vida están inmersas en una transformación que incluye tecnología y procesos mucho más complejos.
Durante miles de años el herrero fue la persona que tiene por oficio fabricar o trabajar objetos de hierro, sus herramientas eran entre otras el yunque, el martillo y la fragua y el hijo del herrero sabía muy bien lo que hacía su padre desde bien pequeñito, hasta el punto que en muchísimos casos era el futuro que a él le deparaba.
En la actualidad, la persona que hace las tareas de herrero podría ser, por ejemplo, un técnico cualificado especialista en control numérico computarizado, capaz de controlar y monitorear los movimientos de herramientas, y la verdad es que sería difícil para el hijo del herrero moderno explicar en clase de ciencias qué hace su padre cuando le preguntan… ¿y tu padre a qué se dedica?
Hace relativamente poco tiempo las nóminas se calculaban a mano con ayuda de una simple calculadora, y eran necesarios varios operarios para este trabajo tan ‘manualizado’. En la actualidad la tecnología ha convertido esta labor en un proceso totalmente automatizado capaz de tener en cuenta innumerables situaciones laborales dentro de plantillas de trabajadores muy numerosas, transformando dentro de la empresa el perfil del técnico de nóminas, en un profesional mucho más ligado con la gestión de Recursos Humanos,… ¡ale¡… voy a explicarle esto mismo a mi hijo.
Palabras como tecnologías emergentes, la inteligencia artificial, robótica, realidad virtual, realidad aumentada, ‘cloud’, transformación digital, outsourcing,…están transformando la sociedad y los empleos actualmente y esta transformación se verá incrementada de forma exponencial en las próximas décadas.
Un estudio de Dell Technologies destaca que para el año 2030 la humanidad dependerá de la tecnología en un grado superlativo, hasta el punto de que el 85% de los empleos que habrá entonces aun no existen en la actualidad.
Y si el 85% de los empleos de dentro de 30 años no existen en la actualidad, creo que los niños acabarán por no preguntar a sus padres que hacen para ganarse la vida, ya que la respuesta tenderá a ser cada vez más compleja e ininteligible. ¿O quizás no?
Los niños ya no juegan como jugaban antes, pasan mucho tiempo con tecnología en las manos y muchos de estos conceptos que vienen, toman contacto con ellos de forma accidental. A muchos adultos les cuesta entender que es un YouTuber y sin embargo un niño de 8 años podría explicárselo perfectamente.
Por lo tanto, lo que realmente creo es que no tenemos ni idea de lo que nos depara el futuro a corto plazo y puede que cuando un niño le pregunte a su padre dentro de 30 años,…
Papa,… ¿y tú en que trabajas?
“… pues soy Director de personas en un laboratorio de Biomecánica en el que se fabrican nanorobots para enviar fuera del sistema solar y buscar bacterias…”
El niño podría responder…,
”… pero que interesante papá, hay un compañero del cole que su padre trabaja haciendo lo mismo pero en vez de buscar bacterias utilizan los nanorobots para mejorar cualidades humanas y combatir enfermedades…”