El año 2020 va a macar un antes y un después en muchos aspectos y en muchas áreas de nuestra vida personal y, como no, profesional. En un momento en el que todavía se está definiendo la vuelta a una nueva normalidad cargada de incertidumbres, las empresas se tienen que replantear la actividad tras la crisis sanitaria de COVID-19. Dirección, mandos intermedios, trabajadores… esto afecta a todos y las decisiones se habrán de plantear desde una perspectiva individual y global. Los departamentos de recursos humanos nos encontramos en un punto complicado, pero del que hay que salir hacia adelante… ¡y reforzados! ¿Estás listo para ello?
Por un lado, todos hemos cambiado como personas, de un modo u otro, en mayor o menor medida. Admitámoslo. Pasar por una situación de estado de alarma, de confinamiento, de aislamiento social… es algo nuevo para todos y lo hemos afrontado de formas muy diferentes, como pudimos, porque no había patrones de conducta previos de los que fuese posible tomar referencias y aplicarlas. Si asumes que tú como responsable de RRHH ya no eres el mismo y que tu equipo tampoco lo es, ya tienes medio camino ganado.
En este contexto, no resulta suficiente tener talento o captarlo, sino que la clave va a ser dar con el aspecto que lo convierta en un miembro implicado de tu plantilla. Y para ello, además de tu calidad humana y tu empatía, el uso de tecnologías de análisis de datos que te acompañen a tomar las decisiones más estratégicas para tu empresa va ser imprescindible. Tendrás que convertirte en el aliado estratégico de Dirección en este momento que tanto te necesita para seguir operativo.
Por otro lado, además, desembarca en el mercado laboral la generación Z, la que en plena crisis sanitaria está cursando sus estudios universitarios. Sobre estos jóvenes, afirman que es una de las generaciones que puede experimentar un mayor trauma a raíz de la pandemia, similar a la que vivieron tras la Guerra Civil en España, o la Gran Depresión en Estados Unidos.
El análisis del futuro de esta generación en entornos laborales, según un estudio de Pew Research Center, se está basando en tres aspectos:
- Desarrollo de habilidades. Estos jóvenes han seguido formándose en condiciones limitadas, confinados, conviviendo con más personas en entornos que no conducen a la preparación o concentración. Los efectos de esta extraña realidad seguramente tendrán costes para el futuro. La paciencia y el mentoring serán clave para una incorporación laboral satisfactoria.
- Gestión del estrés. La Generación Z experimenta niveles más altos de ansiedad y depresión que otras generaciones. La situación de crisis sanitaria no hará más que agravar este problema. Por ello, la implicación de la empresa y el departamento de recursos humanos en el bienestar físico, mental y emocional de sus plantillas va a ser un pilar fundamental para su adaptación al trabajo.
- Desarrollo de la inteligencia emocional. El desarrollo de programas e iniciativas de gestión de inteligencia emocional será imprescindible. Se prevé que los jóvenes pertenecientes a la Generación Z poseerán una capacidad de empatía, adaptación y flexibilidad mayor que las generaciones precedentes.
Lo que está claro es que la gestión de talento en la época post COVID-19 no va a ser una tarea nada fácil en los departamentos de recursos humanos. Habrá que tener muy presentes todas las casuísticas que se han derivado de la situación de crisis sanitaria en la configuración de tu equipo humano actual y, pensando en los años próximos, tu equipo humano futuro, un grupo de personas destinadas a liderar a medio- largo plazo una empresa que, en mejores o peores condiciones, saldrá cambiada de esta inusual etapa.